Hoy quiero traerte un tema clave, que puede parecer extremadamente obvio, pero que en mi experiencia, sobre todo trabajando con marcas personales, parece que no está tan clara esa línea conceptual y física que divide la ganancia que genera el negocio y el dinero de operaciones.
Si tienes una marca personal ponle la lupa a esto: el dinero de operaciones para tu negocio ES DE TU NEGOCIO.
Parece que cuando se trata de marcas personales, sobre todo si es un negocio digital, el dinero de la operación es para viajar en primera clase, comprar ropa de marca, e incurrir en algunos excesos sin sentido que desarrollan algunos emprendedores cuando comienzan finalmente a ver dinero en sus emprendimientos.
"¿Cómo así? Si la marca soy yo, cómo no va a ser mi dinero". No, ese es el dinero de tu negocio y es fundamental que puedas hacer esa separación. El dinero de operación es la plata que tu negocio necesita para operar, si tú sustraes ese dinero, tu negocio no puede generar ganancias. A veces no lo vemos, ya sea porque el negocio es digital o porque la marca eres tú mismo y eso es un error.
Si en lugar de que el negocio seas tú, estamos hablando de un consultorio médico que necesita un espacio físico, una serie de permisos, equipos y personas para funcionar, y el médico dueño del sitio decidiera utilizar el dinero del arriendo del próximo mes en un viaje a Ibiza, quebraría el consultorio. ¿Por qué sería diferente para una marca personal que opera en digital? Tener una presencia y una operación digital funciona con la misma lógica de un negocio físico, porque los conceptos de negocio en esencia son los mismos, lo que funcionará diferente serán los caminos, los contextos, algunos procesos, las formas y las estructuras de costo.
Tu dinero, el que es verdaderamente tuyo y para todos los gustos y lujos es la ganancia, no la operación. Si no hay operación, no hay ganancia, y si no hay ganancia, no hay negocio. Siempre va a existir un costo, así sea minúsculo, de operación. Nuestro objetivo como dueños de empresa es optimizar lo que cuesta la operación y procurar maximizar las ganancias.
Quiero que te plantees la fórmula de sacar tu ganancia primero, para que al final de la resta puedas saber si realmente estás en capacidad de sostener la operación y si la estructura de costos que tienes hace sentido. Repasamos la fórmula que puedes encontrar a fondo en mi blog anterior sobre Profit First.
Mucho cuidado si la estrategia para reducir costos tiene como impacto desmejorar la experiencia. Esto es un gravísimo error.
Puedes siempre reevaluar los costos de tu operación. Mi recomendación es que siempre estés encima reduciendo costos, pero mucho cuidado si la estrategia para reducir costos tiene como impacto desmejorar la experiencia, esto es un gravísimo error. Si tu propuesta de valor es la atención al cliente, atención con recortar el presupuesto para una herramienta que signifique desmejorar la experiencia de atención al cliente, o prescindir del personal suficiente para que el rendimiento de la atención al cliente siga siendo óptimo.
Si brindabas una experiencia semi personalizada por teléfono y eras reconocido por esa característica, el recorte no puede ser vaciar tu call center y reemplazarlo por un correo electrónico al que nadie le va a hacer seguimiento. Cuidado con esas prácticas que hablan mal de tu gestión de costos.
Vas a ir desarrollando criterio para saber dónde están los costos operacionales que puedes exitosamente reducir.
Cuando se trata de negocios digitales, esto es súper preocupante y es un reto al que nos enfrentamos a diario en Sigla Hub, porque hay una noción errónea de que digital es igual a GRATIS o barato. Parece que por ser digital las cosas no cuesta nada, pero luego, cuando sinceramos las cuentas, nos damos cuenta de que hay una serie de herramientas fundamentales que representan unos costos para tu negocio digital:
Si eres un solopreneur (trabajas tu solo) y trabajas en la operación de tu negocio, debes tener un sueldo y contabilizarlo dentro de tus costos de operación. ¿Ya me vas siguiendo verdad? No porque el negocio sea digital significa que los costos no existen.
Si eres, por ejemplo, infoproductor, llegará un momento donde estás muy entusiasmado por vender y distribuir tus productos. Supongamos que vendes libros físicos y digitales, ¿qué cosas debes contemplar?
¿Ya me sigues? En este ejemplo, aun si decides que procesarás todo manualmente desde tu whatsapp, te darás cuenta de que puedes minizar los costos, pero jamás desaparecerlos. Todo lo que no automatices a través de una plataforma, te costará tu tiempo, y tu tiempo es muy valioso. Sin que merme el entusiasmo, nunca subestimes una operación digital.
Lo que vendes debe cubrir la operación y generarte ganancias, que es el dinero verdaderamente tuyo, tu beneficio de socio, tu dividendo. Es muy recomendable que la operación crezca en sintonía con tu negocio, para que puedas escalar siempre los beneficios y nunca los problemas.
Una operación demasiado costosa y de bajo rendimiento pondrá en entredicho tus ganancias, y una operación demasiado limitada impedirá tu crecimiento y la experiencia de tus clientes.
El mundo actual es no-code, y te presenta diferentes oportunidades para escalar tus necesidades a muy bajo costo, pero nada de esto funcionará si no te sinceras respecto a tu estructura de precios y conoces a fondo tu negocio y tu nicho.
Cada mes tienes que tener disponible tu dinero de operación, eso no puede ser un dinero para vacacionar, ni despilfarrar, porque eso es como si te estuvieras robando y mintiendo a ti mismo, es un dinero que necesitas para desarrollar exitosamente tu trabajo, tu presencia de marca y generar ganancia y prosperidad.
¿Quisieras aprender a calcular rápidamente una estructura de precio que tenga sentido? Te invito a revisar mi plantilla calculadora de costos o solicitar una consultoría con nuestro equipo en Sigla Hub.